Estos días pasados he estado con mi padre en el pueblo. En uno de los viajes a Sigüenza a comprar, he sacado esta imagen muy de la época en que estamos: cosechar. Me gustan las labores del campo. En esto puedo estar influido por muchas circunstancias.

He visto muchas de las labores del campo en el pueblo desde que tengo uso de razón, preparar la tierra, sembrar, recoger… hasta he trillado con mi abuelo y con mi padre, mientras mi abuela recogía el trigo y separaba la paja.

La lectura diaria de los Evangelios puede ser otro de los motivos por los que me gustan estas labores, Jesucristo pone muchos ejemplos del campo. También San Josemaría en sus escritos, hace referencia muchas veces a estos ejemplos del campo para luego trasladarlo a las personas. Sea uno u otro motivo, ó quizás ninguno la verdad es que me gustan las labores del campo. Se pueden aplicar todas ellas a mi labor de profesor y orientador, pues preparar, sembrar y recoger son tareas propias de la educación.